Cuánto fuimos vos y yo
compartiendo el vuelo
de una mariposa azul
breve, viva y nuestra.
Lo que amamos vos y yo
no se perderá.
Hay huellas de tu corazón
en mi soledad.
Me tocaste con tu ser
con tu abrazo tierno,
cielo hermoso que cambió
marchitando el sueño...
Hoy aguanto mi dolor,
nada te reclamo,
no podría ser feliz
sin tus alas libres.
octubre 2010